5. Perdiste una apuesta y te sientes presionado para tatuarte
Hacerte un tatuaje permanente es una dura decisión y no puede tomarse ligeramente y ciertamente no debería ser el resultado de la presión. No hagas apuestas que terminen con alguien tatuándose, y no dejes que nadie te presione para que te tatúes. Es tu cuerpo, no el suyo, tu vida, y eres quien va a vivir con el tatuaje todos los días.