Es bien sabido por todos que la sociedad de Japón es una de las más exigentes del mundo, desde muy jóvenes a los niños se les demanda perfección, disciplina y sobre todo superar los estándares no sólo nacionales sino también a nivel mundial. Los que fracasan en ésta carrera de la vida se convierten en un Salaryman. O así era hasta hace poco, pues ahora, gracias a los esfuerzos de un famoso fotógrafo son conocidos como Solarymen.

Un Salaryman trabaja más de 10 horas al día, ha renunciado a sus sueños, su imaginación, su lado divertido y no pasa tiempo con su familia; pues se ha convertido en esa persona a la que le pagan para que trabaje por los sueños de otro; una marioneta de cubículo que sólo sigue órdenes de un superior en una oficina.

Fuente: anime-manga.atresmedia.com

Por ésta razón, el fotógrafo Yuki Aoyama tomó la iniciativa de demostrar lo errados que estaban las personas al encasillar a éstos padres trabajadores de ésta forma demostrando que siguen siendo divertidos, imaginativos y humanos.

Solarymen

El término es la unión de la palabra estereotipo salarymen y la palabra sora que en japonés traduce cielo. Por lo que el típico sujeto de oficina ahora pasaba a convertirse en un hombre asalariado en el cielo.

Fuente: taringa.net

Y no estando conforme sólo con eso, la idea final muestra a estos padres junto a sus hijas. Pues a todas éstas, ellos madrugan y trabajan tantas horas al día por ellas: sus princesas.

Fuente: periodicoelgancho.com

Yuki Aoyama captura el momento justo en que los padres asumen sus poses más acrobáticas y divertidas, por otra parte sus hijas se muestran a veces avergonzadas y otras muy felices; pero siempre juntos.

Fuente: qz.com

Estando sujetos a las exigencias de una sociedad tan recta donde las manifestaciones de afecto están restringidas únicamente para la intimidad, que ésta serie de fotos viera la luz ha tocado el corazón de todos los japoneses. Nunca se imaginaron que el siempre serio “Yamato-san” fuese capaz de hacer una mueca tan graciosa o de saltar tan alto.

Fuente: dezim.wordpress.com

Tanto ha sido el impacto positivo causado por los Solarymen que hoy, luego de un largo día de oficina, algunos de estos hombres de traje y corbata se toman una foto en solitario para recordarse así mismo y a la sociedad que siguen teniendo imaginación y no han renunciado a su niño interno.

Fuente: whudat.de

Sin duda alguna, una conmovedora forma de gritarle al mundo “a pesar de todo, soy FELIZ”