Cuando se trata del cuidado de la salud, la alimentación es uno de los factores más importantes a tener en cuenta. Una buena alimentación es la clave para un desarrollo óptimo en los niños, así como también la mejor forma de mantener nuestra figura.
Por ello, mientras más intentamos tomar el buen camino hacia una vida sana, más son los obstáculos que aparecen, muchas veces el lobo se viste de oveja, y eso justamente es lo que hacen las empresas de alimentos para hacernos consumir su marca.
A la hora de elegir los alimentos que abastecerán tu despensa en la semana ten siempre en cuenta que no todo lo que brilla es oro, siempre se peca por novato cuando se comienza a llevar un estilo de vida más saludable; pero para evitar que te pase como a muchos; aquí te decimos los 8 alimentos que te venden como saludables pero que en verdad son todo lo opuesto a ello.
1. Miel
Aunque es la solución más sana a la hora de sustituir el azúcar, su alto porcentaje de glucosa y fructosa la hacen uno de los principales causantes de obesidad y diabetes en personas vegetarianas. Si se quiere comer sano no se debe abusar del uso de la miel, aunque es cierto que está cargada de vitaminas y minerales benignos, las raciones que se necesitan para absorber dichos compuestos tendrían que ser de 800 y hasta 1000 gramos por ración.
2.Bebidas Energizantes
Con esto no englobamos todas las bebidas o suplementos de este tipo. Sino a las bebidas cuyo eslogan es el de Energizantes; Gatorade, Monster o Red Bull por nombrar algunos. Y con respecto a éste último puedes comprobar lo dañino que es pues un hombre gano una demanda millonaria en contra de Red Bull. La publicidad claramente dice que te da alas, por lo que el sujeto en cuestión bebió “toneladas” de la bebida hasta acumular suficientes pruebas de que realmente no te da alas. La indemnización fue realmente inmensa, pero el precio que pago fue sufrir de los riñones. El cuerpo no procesa correctamente éstas bebidas con alto contenido de cafeína y azúcares que pueden causar incluso adicción.
3. Galletas de Avena
La harina de trigo es el detonante principal de la hiperglucemia, y no hace falta que te diga de qué están hechas mayormente éstas galletas. Pero yendo más allá, estas también contienen aceites vegetales, grasas trans y muchos químicos conservantes. Si quieres calmar la ansiedad de comer a deshoras existen mejores opciones; ten en cuenta que ellos no van a admitir que su producto engorda ¿quién lo compraría entonces?
4. “Té”
No, no se trata del té verde, negro o chino que funciona como diurético. Sino de las versiones creadas por las empresas de refrescos, al leer el nombre Té inmediatamente asumimos que debe ser bueno para la salud; no solo eso, si nos dejamos llevar por su sabor simplemente no es diferente del té que se usa para hacer dieta salvo que un poco más dulce. Aunque aquí surge la pregunta ¿Qué tanto es ese un poco más dulce? Pues se trata de 38 gr de azúcar por porción y, si te vas a la tabla nutricional te percatarás que una porción es menos que los 600 ml que venden.
5. Cereales
Esos cereales que le das a tus hijos o que incluso tú comes durante el desayuno con fresas picadas igual que en la publicidad, sí, esos mismos cereales. Por más tradicional que parezca desayunar todos en la mesa con la caja de cereal sobre la mesa, el daño que éstos productos le hacen a nuestro cuerpo es amplificado por la leche de vaca con que los acompañamos. Uno de sus compuestos principales es el jarabe de maíz, cuyos altos niveles de fructosa lo vuelven ubican por encima del azúcar. No tienes que renunciar a la tradición, solo usa leche de almendra y hojuelas de avena, es mil veces más saludable.
6. Jugos Pasteurizados
No importa si en la caja dice 100% pulpa de jugo, lo que sí es 100% verídico es la cantidad desmesurada de sodio con el que suplantan el valor nutricional que la fruta pierde al agregarle todos los aditivos químicos que usan. Si sufres de hipertensión por tu propio bien suspende el consumo de estos jugos; nada mejor que exprimir la fruta en casa.
7. Lácteos
Siempre en el ojo del huracán, los lácteos son recomendados por algunos nutricionistas mientras que otros recomiendan no consumirlos. Ambas partes exponen argumentos muy válidos. Por ello para aclarar este punto debemos ser muy específicos.
Nos referimos a la leche de vaca y sus derivados; esto es por su alto contenido en grasas saturadas, además de que a las vacas se les alimenta con hormonas con efectos secundarios en el cuerpo humano. Lo mejor es elegir con cuidado el producto; más no es necesario suspender todos los lácteos.
8. Pan de Sándwich
No se trata de un veneno que le damos a nuestro cuerpo como la mayoría de los antes mencionados; pero a diferencia del pan tradicional está adulterado químicamente de muchas formas, aunque es la versión más práctica para una merienda de última hora, se debe consumir en menores cantidades que el pan tradicional pues su índice de grasa es de 3.6 por cada 100 gramos.