Cuando pensamos en Jesús, el hijo de Dios, visualizamos a aquel que dio la vida por todos nosotros para que, de esa forma pudiésemos comenzar de cero nuevamente sin tener que pasar por un nuevo gran diluvio. Tanta así era la fe que Jesús tenía en la humanidad, sin embargo, son muchas las cosas que ignoramos e incluso mal interpretamos sobre Jesús de Nazaret; y ya no hablo de el Cristo resucitado, sino de Jesús como hombre.
Son muchas las películas a lo largo de la historia que hablan sobre distintas “teorías” sobre lo que fue Jesús en vida, como lo es el Código da Vinci la cual plantea a un Jesús casado con María Magdalena y su árbol genealógico.
Pero más allá de la ficción cuyas bases son realmente sólidas, existen hechos que simplemente ignoramos sobre quién era realmente Jesús de Nazaret, aquí te los contamos.
1. NO era un carpintero
A pesar de lo que muchas personas creen, está comprobado que Jesús no era un simple carpintero, se debe a una mala traducción de la palabra tekton pues el equivalente más acertado sería jornalero. Hoy en día ese término abarcaría las profesiones albañil, plomero, carpintero, electricista, técnico en sistemas, arquitecto, y muchas más; todas dedicadas a la infraestructura y a la fabricación de muebles tales como mesas, sillas, puertas y lámparas. Nazaret era una comunidad humilde y pequeña, de unos 400 habitantes; y habría sido Jesús junto a su padre quienes levantaron muchas de sus casas.
2. Era millonario
La razón por la que Jesús vivía en Nazaret era porque desde pequeño se estaba ocultando para evitar ser asesinado como el resto de los niños a causa de la orden dada por Herodes; pero la posición social de José era realmente elevada ya que era pariente directo del rey David. Una de las pruebas más sólidas que respaldan este hecho es la ropa que vestía Jesús. Su túnica era de un solo tejido sin costuras hecha con lino. Cuando fue despojada de ella, los guardias se pelearon como perros ya que todos querían venderla.
3. Daba a conocer la palabra de su padre desde que era sólo un niño
Aunque todos saben de los viajes de Jesús hombre, muy pocos están conscientes que, a la temprana edad de 12 años éste ya abordaba a los sacerdotes del templo para enseñarles la palabra de Dios. En un principio no movía las masas de gente, pero las mentes de las personas más sabias eran iluminadas mucho antes de que fuera considerado un hombre pues desde muy pequeño se instruyó en el judaísmo y sus leyes, así como en el concepto de otras religiones y dioses durante su tiempo en Egipto.
4. NO era hijo único
Aunque es cierto que es el único hijo de Dios, también es un hecho que no fue el único hijo que dio a luz María pues ella y José consumaron su matrimonio varias veces luego de que naciera Jesús. O al menos eso nos dice la lógica humana y es lo que se espera de un matrimonio. Muchos dicen que La Virgen María era y siempre fue eso: una virgen; a pesar de estar casada. Se alega que los hermanos de Jesús eran en realidad todos hijos de José con otra mujer o incluso primos hijos de María de Cleofás, una hermana de la Virgen María. Pero lo que es innegable es la existencia de éstos hermanos pues son nombrados 7 veces en los libros de la biblia.
5. Si fuese por él, no sabríamos que existió en verdad
A pesar que dedicó prácticamente toda su vida adulta a enseñar la palabra de Dios a todas las personas del mundo, Jesús nunca dejó un escrito (que se conozca) o algo que nos permita rastrear sus enseñanzas. Mientras que Dios escribió los 10 mandamientos en piedra eterna. Su hijo imprimió sus palabras directamente en el alma y corazón de todas las personas con quien tenía contacto. Siempre hablaba de manera que hasta el más inculto pudiese entenderlo. Por ello si quieres conocer la palabra de Dios a través de Jesús debes leerla tú mismo y no dejar que otro te la explique pues Jesús habla directamente al corazón de los hombres.
6. Jesús murió por nosotros, pero realmente NO quería morir
El plan de redención de Dios y Jesús implicaba que éste último tenía que vivir, sufrir y morir como hombre; aunque Jesús era divino en alma, el mesías encarnado padecía de la misma enfermedad que en aquel entonces condenaba a la humanidad. Uno de los momentos más duros en la vida de Jesús fue aquel cuando veía venir su muerte y no podía percibir a su padre, la soledad se convirtió en miedo y el miedo incluso en resentimiento “Padre, ¿por qué me has abandonado?” clamó en sus últimos momentos, pero en su fe pudo recuperar la perspectiva por lo que a esas palabras siguió el sacrificio ya que en lugar de pedir ayuda o la salvación Jesús pidió por nuestro perdón, el perdón de la humanidad.