El mes pasado, un búho cornudo de gran tamaño llamada GiGi fue llevada Wild at Heart Rescue en Mississippi después de sufrir un traumatismo craneal significativo. Los especialistas sospechaban que había sido atropellado por un coche, lo que resultó en una conmoción cerebral masiva.
GiGi no sólo estaba llena de parásitos, también tenía la aspergilosis, que es similar a la neumonía en los seres humanos. Missy Dubuisson, el fundador y director del rescate, dijo a The Dodo:
“Esta ave fue uno de los más críticos estados que hemos tenido que cuidar, el hecho de que esta ave haya vivido está más allá de la comprensión.”
Si no hubiera sido por Douglas Pojeky, presidente de la instalación, Gigi nunca hubiese recibido la amplia atención que necesitaba. Al parecer, el búho fue muy consciente de esto, ya que rápidamente creó una especie de conexión con Pojeky, a quien se refieren como el “encantador de aves” de la zona.
El Búho muestró su afecto por Pojeky desde que llegó a las instalaciones y cuando este se va y regresa sucede lo mismo. Según se informa, ella llora durante su ausencia, pero se emociona cuando él regresa. GiGi siempre apoyando la cabeza en el hombro derecho de su cuidador termina envuelta a su alrededor.
Dubuisson dijo:
“Es, literalmente, trae lágrimas a mis ojos verlo interactuar con estas aves. Ellos definitivamente le conocen y confían en él. Es la confianza que se ve en la cara”.