Obesidad, diabetes, caries y hasta enfermedades cardio vasculares pueden empezar a muy temprana edad. Por ello debemos limitar la cantidad de azúcar que comen los niños. Su salud y su felicidad depende de nosotros.
Son muchos los países donde se ha tomado la decisión de controlar la cantidad de dulces que se venden en las cantinas y que son de fácil acceso para los niños en la escuela.
Si preguntamos a un pediatra su opinión sobre el consumo de azúcar en los niños, de forma apremiante nos diría que debe ser poca.
Sin embargo, con el acceso libre a la información y con niños más curiosos e inteligentes que antes; a veces puede resultar difícil razonar con ellos correctamente para hacerles entender que es necesario que NO coman tanta azúcar.
No podemos olvidar que son niños, pero muchas veces un “NO PORQUE YO LO DIGO” resulta más contraproducente y provoca una reacción contraria a la que realmente queremos lograr: que nuestros niños por sí solos sean capaces de controlar cuánta azúcar comen cuando no están bajo nuestra supervisión.
Para ello lo mejor es hablarle con propiedad, amor y siempre respetando sus opiniones así como su derecho de palabra.
Una madre preocupada que habla desde el corazón y con respeto, logrará mejores resultados que una que grita y sólo impone su autoridad.
Por eso, lo mejor es estar bien informados con respecto a este tema, para que cuando nuestros niños pregunten “¿Por qué no?”, nosotros, como padres, seamos capaces de responder y explicar de manera afectiva y efectiva a la vez.
“Tanta azúcar puede hacer que te enfermes”
Muchos padres usan el miedo como herramienta para controlar a sus niños, lo cual está mal.
Sin embargo, la advertencia de que “tanta azúcar puede hacer que te enfermes” es una realidad irrefutable, y es necesario estar al tanto de cuáles son esas enfermedades que en un niño el exceso de azúcar puede causar.
Pero sobre todo es importante dárselas a conocer de manera que lo entiendan, por esa razón aquí te dejamos una imagen que puedes imprimir para que tu retoño la coloree y mientras lo hace, le puedes explicar cuáles son los principales agentes producidos por el exceso de azúcar y que afectan a la salud bucal.
El azúcar y la caries
Sin duda la enfermedad más temida por todos, es el proceso destructivo del diente que tiene lugar a causa de la desmineralización de la superficie del mismo por culpa de las bacterias que se crean.
Por ello es necesario enseñar a nuestros niños a cepillarse correctamente los dientes desde muy temprana edad, pues cuando tengan los definitivos, las caries causaran no sólo dolor, sino también mal aliento e incluso infecciones de alto riesgo.
También es importante no dejar que los bebés se duerman con el biberón en la boca pues esto puede producir la llamada “caries de biberón”.
El azúcar y la diábetes
Un cuerpo en desarrollo es un lienzo en blanco, una piedra sin esculpir y; son los pequeños factores los que poco a poco se van acumulando. La diabetes así como la obesidad no son siempre a causa de la genética.
Tampoco son enfermedades que se manifiestan de un día para otro, no, somos nosotros mismos los que las “incubamos” y les permitimos desarrollarse hasta el punto en que se salen de control porque (y debemos admitirlo) la obesidad es una enfermedad.
“La obesidad se crea, no se hereda” y sus problemas afectan a todo el entorno familiar y social. Los niños obesos por lo general son las principales víctimas de Bullyng y el índice de suicidios de menores crece de forma alarmante cada día.
Por ello debemos evitar que nuestros hijos lleguen a tal punto, ya que, incluso si logran sobrevivir a la presión social, puede que no lo hagan ante la diabetes.
El azúcar causa TDAH
El trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una enfermedad que afecta a muchos niños, es normal que un niño corra, pregunte, juegue, ría y nos lleve hasta el cansancio hasta el punto en que se queda dormido como un angelito porque “se le acaban las pilas”.
Lo que NO es normal es cuando el niño no puede concentrarse en una actividad repetitiva o que le exija permanecer quieto.
Las azúcares refinadas entran más rápido al torrente sanguíneo por lo que producen un impulso de energía que en los niños se mantiene más que en los adultos. Estudios muestran que la actividad en el cerebro tras haber comido azúcar puede compararse a la actividad que se produce en personas que consumen drogas como la cocaína.
Aunque esto no quiera decir que el azúcar sea una droga, sí implica que según el metabolismo de la persona, ésta será afectada de mayor manera. Siendo los niños más propensos pues poseen un metabolismo más acelerado.
Es por ello que la cantidad de azúcar en el desayuno debe ser mínima y la cantidad de fibra alta, pues así evitaremos que nuestros hijos entren en ese estado de hiperactividad en horas de clase.
También es recomendable realizar actividades en conjunto que impliquen estar en reposo para enseñarles a calmarse según la situación.
Consejos finales para tratar el tema del azúcar
Aunque aún podrían tocarse muchos puntos por lo cuales regular la cantidad de azúcar que comen los niños es tan importante e incluso más necesario que en los adultos. Preferimos dejarte éstos tres puntos ya que podrás abordarlos fácilmente con tu hijo(a). Si te pide una explicación de por qué no debe comer tanta azúcar dale una respuesta digna de su curiosidad.
Ayuda a tu hijo a crecer como persona y de seguro, cuando sea un adulto, te lo agradecerá.